18.5.06

CON LA MOSCA DETRAS DE LA OREJA


Así supongo habrán despertado los prebostes de Azpeitia al día siguiente del monumental petardazo que la ganadería de Fuente Ymbro, estrella de los próximos sanignacios, ha producido en su comparecencia madrileña en los actuales sainisidros.  También supongo que sus primeras conjeturas ante tan horrorosa conducta de los astados habrán sido zanjadas con un rotundo, ¡No es normal este comportamiento!¡Algo ha tenido que pasar!

Fuente Ymbro se ganó, el pasado año y en el ruedo, su derecho a ser repetida en el ciclo del presente. El toro “Labriego” y su oponente Miguel Angel Perera pusieron la plaza patas arriba, como vulgarmente se dice. Aunque el toro a mi entender fue uno de esos productos comerciales que “colaboran” y no presentan el menor atisbo de batalla, hay que reconocer que el público, que al fin y al cabo es que el paga, salió encantado de aquella representación.

La ganadería gaditana comenzó la temporada de una manera triunfal. Indulto de  novillo en Sanlucar para abrir boca. Indulto de toro en una excelente corrida en Valencia. Buena corrida en Castellón y buena también en la feria del caballo de Jerez.

Los de Azpeita, supongo encantados y esperando con ansiedad que el ganadero les llame para cerrar la reseña de las reses  destinadas al coso guipuzcoano. Mientras tanto, negociando dineros con Perera para su casi obligada contratación, que por algo es el torero predilecto del ganadero Ricardo Gallardo. Dura pelea, pues el caché del muchacho ha subido como la espuma desde su alianza con Fuente Ymbro. ¿Habrá que recordarle su visita novilleril el año 2003 y su fracaso con aquellos encastados novillos de La Quinta?

A lo que iba. He aquí que Fuente Ymbro salta en Madrid en corrida de relumbrón y nos obsequia con un petardo de los de aquí te espero. Bien presentados y descastados son los mejores adjetivos que se pueden leer en las crónicas periodísticas del día después. Encastados, pero con casta de la mala, a los que no les supieron hacer las cosas y de sospechosa conducta, fueron las explicaciones de aficionados con innumerables corridas en sus espaldas. El ganadero reconociendo el petardazo, limitando a certificar que la corrida no quiso embestir, pero callando como un muerto sobre las posible causas de aquel desaguisado.

Es normal, que en la camada de un año aparezcan animales de variados comportamientos, pero lo que no es normal que sean precisamente los de Madrid los que se diferencien del resto de los hasta ahora lidiados y además que se parezcan entre ellos como gotas de agua. ¿Casualidades de la vida?. No creo que el tema vaya por ahí. Si esto fuera guión de C.S.I., los investigadores andarían detrás de los “entornos” de los matadores y los médicos patólogos detrás de los resultados de las autopsias.

Y el ganadero, tan locuaz otras veces, sigue sin decir ni pío. Quizás sea lo más conveniente para su negocio pero espero que al menos con la boca pequeña y fuera de grabadoras curiosas tenga la deferencia con la organización azpeitiarra y les facilite una explicación satisfactoria de lo ocurrido.